Hablemos de Música

Me encanta la música. La he disfrutado en lo posible, todos los días de mi vida. Melodías y letras me han ayudado a construir parte de lo que soy. Derrotas y victorias, tristezas y alegrías , dudas y confianzas, han estado acompañadas por canciones que alentaron y consolaron mi corazón al igual que a muchos. Fue en escenarios de pesimismo y dolor existencial que conocí a quien puso en mis labios un nuevo canto. Fue Cristo Jesús , quien a través de su Palabra puso los acordes de esperanza y consuelo que necesitaba mi ser y que hoy sigue otorgándome por medio de su Gracia.

Dicha esperanza y consuelo he querido plasmar en canciones que a modo de alabanza y gratitud ofrecen adoración y reconocimiento al autor de la vida y el amor. Estas melodías contienen la Palabra de Dios, pues es ella la que dispone el corazón para creer, a fin de conocerle para vivir una vida con poder, propósito y convicción , en un mundo donde la incredulidad, el individualismo y la maldad corroen el alma, dejando al ser humano sumido en una depresión espiritual, carente de encontrar el significado de su vida.

Somos parte de una hermosa comunidad de fe, que cada día expresa su amor a Cristo a través de la música que proclama el amor de Dios, además de hacernos acompañar de convicciones profundas de ese amor, vamos caminando hacia nuestro destino eterno con canciones que alientan nuestro paso, elevando nuestra alma hacia aquel que por su Gracia nos salvó de una vida sin sentido. Si tú corazón está desalentado y sin destino seguro, te animamos a que cantes con nosotros la canción de amor, de aquel que envió a su Hijo Jesús para salvarnos y preservarnos para la eternidad.

Somos parte de una hermosa comunidad de fe, que cada día expresa su amor a Cristo a través de la música que proclama el amor de Dios, además de hacernos acompañar de convicciones profundas de ese amor, vamos caminando hacia nuestro destino eterno con canciones que alientan nuestro paso, elevando nuestra alma hacia aquel que por su Gracia nos salvó de una vida sin sentido. Si tú corazón está desalentado y sin destino seguro, te animamos a que cantes con nosotros la canción de amor, de aquel que envió a su Hijo Jesús para salvarnos y preservarnos para la eternidad.

“Señor, mi corazón está dispuesto, cantaré y entonaré canciones para ti, esta es mi gloria.”

Salmo 108:1